El trabajo cognitivo con la percepción de la inseguridad
Dentro de los temas más escuchados en las sesiones terapéuticas, está la percepción de inseguridad como un sentimiento, sin embargo es una actitud que proviene de ideas irracionales acerca de nuestra autoeficacia, autoconcepto o autoimagen que tendemos a experimentar en diferentes situaciones sociales.
Suele manifestarse con pensamientos de insuficiencia, donde la persona inicia un escrutinio acerca de sí misma que la va encasillando y aislando de su realidad objetiva. Estas ideas pueden provenir de los modelos adultos muy exigentes con los que creció el niño o niña, cuyo objetivo aparentemente era la enseñanza de la responsabilidad, pero los niños al recibir mensajes como: ser el mejor fueron construyendo un esquema rígido acerca de ellos.
Después como adulto en situaciones de exposición: familia, trabajo, relaciones interpersonales, relaciones de pareja y la relación consigo mismo, la persona llega a tener pensamientos tan críticos acerca de sus conductas, que termina viviendo la profecía autocumplida, misma que refuerza su inseguridad, y que puede llevarle a evitar participar por miedo a equivocarse otra vez.
Dentro del enfoque cognitivo conductual, el objetivo es que la persona logre identificar sus ideas asociadas a esta demanda irracional de éxito, de tal forma que pueda realizar una reestructuración cognitiva que le ayude a hacerse consciente de su humanidad, es decir, que los errores no pueden definirlo a uno, sino que al contrario, traen nuevos aprendizajes.
El hecho de fallar en una tarea no significa que uno no sea suficiente. Finalmente el trabajo consigo mismo lo llevará a esta aceptación incondicional, ya que tendrá claro la diferencia entre el ser y hacer, es decir, siempre será un ser humano único y valioso, pero que el hacer no puede marcarle de alguna manera, ya que a la larga son conductas que podemos modificar sí lo decidimos.
Por Susana Martínez González