Durante el desarrollo infantil, se pueden presentar indicadores que sugieren una disfunción neurológica. Por sí mismo, un signo blando aislado no tiene significancia clínica, sin embargo, la presencia de un conjunto de signos blandos puede ser indicio desde disfunciones mínimas en la actividad cerebral, hasta de desfase en la maduración de estructuras del sistema nervioso central, lo cual puede convertirse en trastorno motor.
Los signos blandos suelen disminuir con la edad, por lo que es importante darles seguimiento mediante la evaluación, para poder asegurar que las áreas en las que había un desfase han alcanzado un adecuado nivel de madurez. Por el contrario, si los signos blandos no disminuyen, el rendimiento escolar del niño, así como su desempeño en activades de la vida diaria se pueden ver seriamente afectados.
Algunas de las actividades para la evaluación de signos blandos consisten en pedirle al niño que toque con la punta de su dedo índice la punta del índice de examinador y después la punta nariz. También se pude pedir que realice movimientos rítmicos con las manos y los dedos, además de utilizar un lápiz y construir una figura.
Neuropsic. Claudia Andrea Chávez Mejía
